Si alguna vez has visto a un presidente de Estados Unidos, como Donald Trump, firmar un documento y que su decisión se aplique de inmediato, es probable que te hayas preguntado: “¿Cómo puede hacer eso sin que el Congreso lo apruebe? ¿Es que acaso gobierna como un emperador?” La respuesta está en las órdenes ejecutivas. Pero aunque parezcan decretos todopoderosos, tienen límites y pueden ser bloqueadas. Vamos a explicarlo de manera sencilla.

Una orden ejecutiva es una instrucción que el presidente de Estados Unidos da a las agencias y departamentos del gobierno federal sobre cómo deben aplicar o interpretar las leyes que ya existen. No se trata de una nueva ley ni de una decisión arbitraria, sino de una forma en que el presidente dirige el funcionamiento del gobierno federal dentro de sus facultades.

Por ejemplo, si el Congreso ya aprobó una ley sobre inmigración, el presidente podría firmar una orden ejecutiva que cambie cómo las agencias federales aplican esa ley en la práctica. Esto puede hacer que ciertas políticas cambien de la noche a la mañana.
Las órdenes ejecutivas pueden parecer autoritarias porque entran en vigor inmediatamente y no requieren la aprobación del Congreso. Esto le da al presidente una capacidad de acción rápida, lo que a veces puede generar la sensación de que gobierna por decreto, como un emperador.

Esto se vio claramente con Donald Trump, quien firmó varias órdenes ejecutivas que generaron gran controversia, como la que restringió los viajes desde ciertos países de mayoría musulmana en 2017. Apenas la firmó, aeropuertos de todo el mundo comenzaron a aplicar la medida, dejando a muchas personas varadas. Aunque la orden fue llevada a tribunales y modificada varias veces, en el momento en que se firmó tuvo un impacto inmediato.

A pesar de su apariencia de poder absoluto, las órdenes ejecutivas tienen restricciones importantes:
1. No pueden crear leyes nuevas. Solo pueden interpretar y aplicar leyes que ya existen.
2. Pueden ser bloqueadas por la Corte Suprema. Si una orden ejecutiva se considera inconstitucional, los tribunales pueden detenerla.
3. El Congreso puede contrarrestarlas. Si el Congreso aprueba una ley en contra de la orden, el presidente podría vetarla, pero el Congreso podría anular el veto con una mayoría especial.
4. Un nuevo presidente puede revocarlas. Las órdenes ejecutivas no son permanentes. Un nuevo mandatario puede cancelarlas con solo firmar otra orden.

¿Son realmente tan poderosas?

Sí y no. Son poderosas porque pueden aplicarse de inmediato y cambiar la manera en que funciona el gobierno federal. Pero también son frágiles, ya que pueden ser bloqueadas o anuladas por el Congreso, los tribunales o un nuevo presidente.
El verdadero problema es que detener una orden ejecutiva lleva tiempo. Mientras el Congreso discute cómo contrarrestarla o mientras los tribunales deciden si es inconstitucional, la orden sigue en efecto. Esto permite que los presidentes, como Trump, tomen decisiones rápidas que pueden tener un impacto inmediato en la vida de las personas, aunque después sean modificadas o eliminadas.

¿Cómo pueden los jueces bloquear órdenes ejecutivas en EE. UU. y por qué no lo hacen inmediatamente?

Las órdenes ejecutivas son una herramienta clave del poder presidencial en Estados Unidos, permitiendo al presidente tomar decisiones inmediatas sin necesidad de la aprobación del Congreso. Sin embargo, el sistema de frenos y contrapesos garantiza que el poder ejecutivo no actúe sin supervisión. Una de las formas en que se limita este poder es a través del sistema judicial, que puede bloquear o anular órdenes ejecutivas si se considera que son inconstitucionales o violan leyes establecidas.

¿Cómo funciona el proceso judicial?

Cuando un presidente emite una orden ejecutiva, esta entra en vigor inmediatamente, a menos que establezca una fecha específica para su implementación. Sin embargo, cualquier persona o entidad que considere que la orden le causa un daño inconstitucional puede presentar una demanda en un tribunal federal. En respuesta a la demanda, los jueces pueden:

  • Permitir que la orden siga en vigor mientras el caso se resuelve.
  • Emitir una orden de suspensión temporal (temporary restraining order, TRO). Esto bloquea la aplicación de la orden por un corto periodo, generalmente hasta que se realice una audiencia más completa.
  • Dictar una orden judicial preliminar (preliminary injunction). Esto suspende la aplicación de la orden ejecutiva mientras el caso se litiga en los tribunales.
  • Si un juez considera que la orden ejecutiva es claramente inconstitucional o viola derechos fundamentales, puede emitir un bloqueo temporal inmediato. Sin embargo, en muchos casos, los jueces tardan en intervenir porque deben evaluar los argumentos legales, revisar precedentes y considerar las posibles implicaciones de su decisión.

¿Por qué la orden ejecutiva debe cumplirse inmediatamente?

El principio general es que las órdenes ejecutivas tienen fuerza de ley mientras no sean declaradas ilegales o inconstitucionales. A menos que haya una suspensión temporal por parte de un juez, las agencias gubernamentales y los ciudadanos deben cumplir con la orden ejecutiva hasta que un tribunal determine lo contrario. Este procedimiento garantiza la continuidad del gobierno y evita el caos administrativo.
Ejemplos recientes de bloqueos judiciales

Un ejemplo claro ocurrió en 2017 con las órdenes ejecutivas de Donald Trump sobre inmigración, conocidas como el "travel ban". Varias cortes federales bloquearon la orden poco después de su implementación, pero solo tras recibir demandas y evaluar los argumentos legales. Otro caso fue el intento de Joe Biden de suspender las deportaciones durante 100 días, lo que también fue bloqueado por un juez federal en Texas.

El sistema judicial de EE. UU. actúa como un contrapeso al poder presidencial, asegurando que ninguna orden ejecutiva viole la Constitución. Sin embargo, la intervención judicial no es inmediata en la mayoría de los casos, ya que los jueces deben seguir un debido proceso antes de bloquear una orden. Esto crea una dinámica en la que el presidente puede implementar medidas de forma rápida, pero con el riesgo de que sean anuladas posteriormente por los tribunales.

@felipeszarruk

Felipe Szarruk

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