Las casas asequibles que ayudan a combatir el cambio climático

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Para muchos latinoamericanos de clase media, comprar una casa es la mayor inversión que van a hacer a lo largo de su vida. Representa su activo más valioso, uno que esperan crezca en valor con los años. Sin embargo, ¿cómo aseguras que tu propiedad aumente su plusvalía?

Una buena apuesta es invertir en una casa sostenible. Al menos así lo ha sido para los que han comprado casas desarrolladas por Vinte, una compañía mexicana a la cual BID Invest —el brazo del Grupo BID enfocado en el sector privado— ha apoyado desde una etapa temprana y cuyas casas reportan una plusvalía anual promedio de un 9,3%.

Desde su fundación en 2001, Vinte se ha distinguido por construir complejos de viviendas destinadas a diferentes sectores sociales —principalmente para clase media baja hasta clase media alta— con altos estándares sociales y ambientales.

Su compromiso con el medio ambiente ha sido tal que en 2010, lanzaron un piloto para estudiar la viabilidad de crear casas asequibles con una baja huella de carbono. Las casas, que llaman Vivienda Cero Energía, producen casi tanta energía renovable como la que consumen de los servicios públicos. A través de un diseño bioclimático, una orientación eficiente en las viviendas, paneles solares y elementos termodinámicos como ventanas ecológicas con películas polarizadas; el monitoreo de electricidad, gas y agua en tiempo real a través de sistemas de telemetría; y elementos estructurales que absorben la radiación de manera eficiente, cada hogar redujo en un 77% el consumo eléctrico y en 2,4 toneladas en emisiones de gases invernadero.

De acuerdo a la División de Ciencias Ambientales del Laboratorio Nacional de Oak Ridge del gobierno de Estados Unidos, las emisiones CO2 promedio por persona a nivel mundial ascienden a 4,9 de toneladas métricas. En México, esta cifra asciende a 4 toneladas métricas. Dado que el hogar promedio en México es de cuatro personas, adquirir una de estas casas podría representar una reducción del 13,3% de sus emisiones de carbono anuales por persona. Esto es equivalente a evitar manejar 2.142 kilómetros en un automóvil, de acuerdo a la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos.

“Para nosotros las amenidades que parecen ser lujos, son necesidades para ser felices”,dice Domingo Valdés, CFO y miembro del Consejo de Administración de Vinte. “Tenemos un modelo de negocio que lo que busca es que todos ganemos”, dice.

Para financiar la construcción de nuevas viviendas basadas en el piloto, en 2018 Vinte emitió los tres primeros bono sustentables en América Latina para la construcción de casas con una baja huella de carbono. Los bonos sustentables son un instrumento financiero de renta fija cuyos fondos se utilizan exclusivamente para financiar empresas o proyectos que activamente contribuyen a la lucha contra el cambio climático y que aportan un beneficio social. Los bonos, que adquirieron inversionistas privados o institucionales en el mercado de valores, se emitieron por 1.500 millones de pesos mexicanos, aproximadamente 77 millones de dólares a la tasa de cambio actual.

Una de las características de un bono sustentable es que el impacto ambiental y social de la inversión tiene que ser evaluado por un tercero. La agencia que se contrató en este caso, Sustainalytics, evaluará los resultados a lo largo de los siete años de vigencia de los bonos y reportará su impacto a los compradores.

Uno de los resultados positivos de este financiamiento es que en 2019, Vinte anunció un proyecto de certificación ambiental EDGE de casi 4 mil viviendas. Las primeras 56 viviendas que fueron auditadas muestran un ahorro de un 57% en energía, 37% en agua y 63% en materiales sustentables. El impacto de estas medidas corresponde a un ahorro de 1,31 toneladas de CO2 comparado con viviendas sin eficiencias ambientales.

“Desde la primera vez que conocí a Vinte, me di cuenta de que es una empresa con la que queremos hacer negocios”, dice Rodrigo Navas, Jefe de la Unidad de Manufactura de BID Invest que ha llevado la relación con Vinte.” Su enfoque y sus valores de combate al cambio climático, gobierno corporativo, responsabilidad social y ambiental están completamente alineados con lo que nosotros queremos”, dice.

La relación de BID Invest con Vinte empezó en 2012. Desde entonces, se han realizado seis operaciones de crédito con la empresa. “La hemos acompañado desde que era algo pequeño hasta que se volvió una compañía pública que cotiza en la bolsa mexicana de valores”, dice Navas. La última de estas operaciones fue como garantía parcial en la expedición del primer bono sustentable, por hasta 31% del monto total o 250 millones de pesos. La colaboración entre BID Invest y Vinte ha contribuido directamente a la construcción de 5 mil casas, según estima Domingo Valdés.

“Una de las cosas que vemos con estas viviendas sostenibles es que son generadores de riqueza. Para una persona de clase media, la mayor generación de riqueza es su casa. Lo que cuando lo compraron valía quinientos mil pesos, hoy vale ochocientos mil”, explica Navas.

“Para Vinte, el tema de la sustentabilidad lo tienen en su ADN y lo que han probado es que hacer negocios de manera sustentable es muy buen negocio, incluso más rentable que aquellos que no lo hacen”, dice.

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