Con más de 28.000 unidades de vivienda proyectadas para construirse en Bogotá en el próximo año y más de 29.000 en los municipios de Cundinamarca, la construcción de edificaciones será sin duda alguna un eje fundamental del desarrollo económico y social en el próximo año.
Este panorama es aún más positivo teniendo en cuenta que desde los nuevos planes de desarrollo y una nueva generación de instrumentos de ordenamiento territorial, se liderarán proyectos estratégicos que trazarán metas interesantes en lo que tiene que ver con generación de vivienda, espacio público, vías, sistemas integrados de transporte, servicios públicos y equipamientos que brinden bienestar a los ciudadanos. Eso es lo que hemos promovido desde el Gremio como la construcción de ciudades y regiones de calidad.
2019 pasará a la historia por ser el año en que la región, Bogotá y Cundinamarca, dio importantes pasos hacia su consolidación, su integración y hacia una conectividad eficiente y sostenible. Los sistemas férreos, que tanto la capital como los municipios de occidente aseguraron, representan oportunidades de desarrollo, de generación de empleo y, sobre todo, de bienestar para los cundinamarqueses.
Los dos proyectos serán ejes de progreso, ya que más allá de su funcionalidad como medios de transporte, estarán acompañados de una infraestructura que transformará el entorno al servicio de los habitantes.
Ese será solo uno de los frentes a los que mirará este sector, pues mediante los aportes gremiales al Plan de Ordenamiento Territorial (POT) y a la construcción de los planes de desarrollo, tanto de Bogotá como del departamento, estaremos apostando por una transformación real del territorio en donde el espacio público y el desarrollo acompasado con la estructura ambiental sea una constante.
Generar calidad de vida, mejorar las condiciones urbanísticas y atender los rezagos en materia de vivienda, equipamientos y espacio público son algunos de los compromisos que firmemente ha asumido el sector edificador en beneficio de las familias.
Como gremio que lleva seis décadas analizando las dinámicas y las necesidades de nuestra región, tenemos el conocimiento y la competencia para aportar en la construcción de un ordenamiento que le apunte a la promoción de ciudades de calidad.
Nuestra labor de construir edificaciones desde la formalidad va más allá de desarrollar estructuras físicas, ya que se trata de una actividad comprometida con brindar a los ciudadanos más que desarrollo urbano, calidad de vida; más que una vivienda, un hogar; más que equipamientos, la posibilidad de desarrollar las actividades propias de los ciudadanos en escenarios que proporcionen bienestar.
Bogotá, la región y el país viven un momento histórico en el que se reclama la participación política y en la que debe primar el diálogo, el respeto y las ideas innovadoras. Capitalizar esta oportunidad es un buen camino para lograr la integración de Bogotá y Cundinamarca como el centro de desarrollo político, económico y social más importante del país.
Como sector, seguiremos promoviendo el desarrollo formal que genera crecimiento social y económico al país, un crecimiento que tiene como última finalidad el bienestar de la sociedad.