Las empresas constructoras bolivianas están sintiendo el impacto del Covid-19 de una manera especialmente fuerte, y según el periódico Los Tiempos, el paro de actividades en el país podría representar una pérdida económica de al menos 3.000 millones de bolivianos (cerca de US$436 millones) para el sector de la construcción. Según la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz), esta situación pone en riesgo de cierre a más del 90% de las empresas constructoras, la mayoría pequeñas, afirma el medio.
En este contexto es que Cadecocruz propone habilitar una línea de crédito de liquidez de emergencia de hasta 7.000 millones de bolivianos (poco más de US$1.000 millones) a través del Banco Unión orientado a otorgar préstamos de apoyo a las empresas. ”La propuesta apunta a priorizar las pequeñas y medianas empresas para que puedan cumplir sus obligaciones al periodo comprendido entre abril y junio. La tasa de interés sería del 1% a cinco años plazo, con un año de periodo de gracia”, dice Los Tiempos.
Según el gerente de Cadecrocruz, Javier Arze, el país se encuentra en un momento extraordinario y debe ser acompañado con medidas extraordinarias. “El Banco Central de Bolivia (BCB) tiene que prestar esa plata”, afirma, a tiempo de mencionar que el BCB también tiene la capacidad de controlar una posible tensión inflacionaria ante el aumento de la base monetaria.
Arze señala que la inyección de liquidez a las empresas del sector de la construcción debe ser inmediato, pues de esa manera se podrá enfrentar un periodo de postcuarentena que será más complejo. No adoptar esta medida significaría la pérdida de 250.000 a 300.000 empleos en toda Bolivia.