La industria cementera aumenta las ventas locales, pero Haití frena las exportaciones

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La comercialización del cemento aumentó un 7 % en 2019, apoyada por las construcciones estatales.

En 2019 el sector construcción registró la mayor tasa de crecimiento de todas las actividades económicas del país, un 10.4 %, expansión que también fue aprovechada por la industria del cemento, que logró aumentar sus ventas locales un 7 % con relación al 2018.

Sin embargo, las exportaciones del producto se redujeron durante el año pasado un 2.6 %, en comparación con 2018, impactadas por los cambios comerciales y la situación socio-política en Haití, principal comprador del cemento dominicano.

Las informaciones están contenidas en el informe anual de la Asociación Dominicana de Productores de Cemento Portland (Adocem), que destaca un incremento en la fabricación del producto durante el año pasado de un 4 %, al pasar de 5.4 millones de tonelada en 2018 a 5.6 millones.

El aumento de las ventas nacionales del producto en 2019 obedeció a las inversiones que desarrolla el Estado en obras de infraestructuras, como los planteles escolares, según declaró Julissa Báez, directora ejecutiva de la Adocem.

Báez explicó que un aumento en las inversiones en construcción se ve reflejado en el consumo de cemento, añadiendo que de las 5.6 millones de toneladas que produjo esa industria el año pasado 4.7 millones se consumieron localmente y el resto se exportó.

La venta de cemento del país al extranjero alcanzaron el año pasado los US$70.4 millones, de los cuales el 72.3 %, equivalente a US$50.9 millones, fue comercializado con Haití, una caída de un 7.3 %, al compararse con los US$55 millones del año anterior.

“La caída en las exportaciones se viene dando desde hace unos cuantos años, mayormente, en el caso de Haití, que es nuestro mercado principal, comenzó cuando se paralizaron las exportaciones terrestres para que fueran vía marítima y por las situaciones políticas, y eso ha provocado que haya una reducción de las exportaciones de cemento”, detalló la ejecutiva.

La paralización de la industria

El sector construcción, destino del cemento, fue uno de los afectados con la paralización de las actividades económicas no esenciales, ordenada por el presidente Danilo Medina a mediados de marzo para frenar la expansión del coronavirus (COVID-19).

El primer trimestre del 2020 cerró con números negativos para la industria del cemento, tanto en la producción como en las ventas locales y al extranjero, de acuerdo a la Asociación.

Aunque aún la Adocem desconoce los datos de abril, que es donde se medirá el impacto de las medidas restrictivas sobre el sector, la producción de cemento cayó un 7.6 % en el primer trimestre del año, con relación a 2019, y las ventas se redujeron un 7.9 % en igual período y solo se exportó un 16 % de la producción.

“Estoy segura que cuando lleguen los datos de abril va a estar muchísimo más alto, en términos de reducción (la producción y venta de cemento). En enero estábamos en positivo, en las ventas; el consumo había crecido un 11 %, con relación a 2019. Al entrar el COVID dio muy duro porque cerró la construcción. Aunque tuvimos cifras positivas en enero y febrero, en marzo se cayó eso que se venía dando”, reconoció Julissa Báez.

Sostuvo que esa industria está optimista, agregando que el sector construcción es uno de los que tiene un impacto económico multiplicador “muchísimo más rápido” y una recuperación más acelerada que cualquier otro.

“No obstante, se necesitaría acelerar la recuperación económica dominicana en sentido general y tratar que se mantenga la dinámica del sector construcción. ¿Cómo? Con permisos de construcción más rápido, acceso al crédito, apoyo del Estado a la primera vivienda, y eso va a generar un cambio positivo”, consideró.

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