La construcción sostenible: una de las claves para la descarbonización del planeta

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Durante las últimas décadas el concepto de sostenibilidad, entendido este como el desarrollo que asegura las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de futuras generaciones, ha ido ganando peso en nuestra sociedad.

No fue hasta el año 2015, en el que 195 países suscribieron el Acuerdo de París, cuando se empezaron a tomar medidas concretas y a definir estrategias para reducir el impacto de la actividad humana en el medio ambiente. El más representativo, el de mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2°C respecto a niveles preindustriales.

En ese mismo año la ONU lanzó también la Agenda 2030 que, a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ofrece una visión global de los aspectos que se deben transformar para avanzar hacia la sostenibilidad económica, social y ambiental.

Estos dos grandes acuerdos internacionales han sentado las bases para despertar la responsabilidad colectiva y hacer frente a los desafíos a los que se enfrentan las sociedades actualmente, abogando por la cooperación y la protección del interés general y marcando el camino de la transición. Por primera vez en la historia hay objetivos fijados para los gobiernos, empresas, entidades financieras y para la población general que permiten avanzar juntos hacia el objetivo común y bajo la misma visión de lograr una sociedad cuya actividad sea baja en carbono, resiliente e inclusiva.

GREEN DEAL: LA GUÍA PARA UNA EUROPA NEUTRA EN EMISIONES

En este contexto, la Unión Europea empezó a trabajar hace unos años en el desarrollo de un plan de acción de sostenibilidad y financiación verde vinculante para los Estados miembros. Dicho plan se ha elaborado en base a tres objetivos prioritarios: reorientar los flujos de capital a inversiones sostenibles, gestionar el riesgo financiero de estas operaciones e incorporar criterios ambientales, sociales y de gobernanza en las mismas.

En diciembre de 2019, coincidiendo con la celebración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25) en Madrid, la Unión Europea presentó el Green Deal, un ambicioso paquete de medidas en el que se concretan las acciones que deberían permitir a los países y corporaciones avanzar definitivamente hacia transición ecológica; hacia una economía limpia, circular, que restaure la biodiversidad y proteja el hábitat natural, reduzca la contaminación y logre el objetivo de la neutralidad de carbono en 2050.

Este último objetivo es el más ambicioso, y para lograrlo este proyecto de medidas insta a las naciones a trabajar en la trasformación e innovación de sectores de la economía como la industria, la energía y la construcción, entre muchos otros, con el objetivo de descarbonizarlos.

LA CONSTRUCCIÓN, UN SECTOR CLAVE PARA LA DESCARBONIZACIÓN

Este último sector es uno de los más conflictivos, puesto que consume el 32% de la energía mundial y emite una quinta parte de las emisiones de CO2. Si bien es cierto que la construcción de nuevos edificios está muy orientada a la eficiencia y a la incorporación de criterios ambientales y de sostenibilidad que reducen considerablemente su impacto, el parque inmobiliario ya existente – y en muchos casos obsoleto – es uno de los principales focos de actuación. Se calcula que la rehabilitación de edificios puede ahorrar hasta un 80% de sus emisiones.

Se trata de un punto clave de cara a lograr la neutralidad de carbono en Europa. Como ejemplo en España la cifra de viviendas construidas antes de 1980, y que por lo tanto se hicieron antes de la entrada en vigor de la normativa de eficiencia energética, alcanza los 14 millones, un 55% del total. Mientras, en Europa, la cifra se eleva hasta el 65%.

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