Desde la perspectiva del sector inmobiliario, el virus COVID-19 ha puesto en una pausa obligatoria las actividades comerciales que requieren contacto presencial, como es la venta y alquiler de unidades residenciales, turísticas y de inversión.
Indiscutiblemente se afectará, de manera momentánea, la demanda y oferta, ante inseguridades económicas y sociales inherentes a la situación. Asimismo ha obligado a crear alternativas de trabajo en remoto o virtual que permite de manera adecuada la conexión con clientes y propietarios, lo cual ha sido una implementación y aprendizaje para entrar en una nueva era del sector inmobiliario.
La actividad inmobiliaria está íntimamente ligada al desarrollo de la construcción y a la inversión, y, por supuesto, esta situación de carácter sanitario ha generado un alto impacto de la misma manera que para todos los sectores de generación de ingresos. Estamos atravesando un gran reto muy diferente a
otros tipos de crisis económica; no sería comparable con las anteriores recientes.
Hasta principios de este año 2020 se registraba un auge ascendente del mercado inmobiliario, impulsado por la construcción de apartamentos para inversión, de residencias turísticas y de viviendas de bajo costo, que claramente podemos atribuir ese dinamismo a los beneficios que otorga la Ley 189-11 para el desarrollo del mercado hipotecario y el fideicomiso en la República Dominica y también a que se ha creado una cultura de inversión en la que se entiende que invertir en el sector inmobiliario para alquilar ofrece mayor rentabilidad y El Banco Central, en su última evaluación del sector, indicó que los préstamos para viviendas crecieron por encima de RD$6,800 millones, lo cual evidencia el dinamismo de ese sector, cuyo aporte al producto interno bruto (PIB) fue de 10.6 % el año pasado. El desarrollo inmobiliario fue la actividad de mayor incidencia en el crecimiento económico de los últimos dos años.
Según el Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) del Banco Central muestra que la economía registraba un desempeño favorable al exhibir un crecimiento interanual de 4.7% en el mes de enero 2020, siendo las actividades económicas de mayor contribución al crecimiento a esa fecha: construcción, servicios financieros, salud, energía y agua; manufactura de zonas francas, comercio, agropecuaria, actividades inmobiliarias y de alquiler, y otros servicios. Se estima se contraerá a raíz de la situación actual en el escenario menos favorable cercano al 2%.
Actualmente se ha dado una recesión en el proceso de inscripciones hipotecarias y formalización ventas por cierre de ventanillas de trámites en Jurisdicción Inmobiliaria y validación de firma digital, lo cual causa inconvenientes y retrasos para nuestro sector y la banca.
Entendemos que tan pronto se culmine la etapa de expansión del virus y se logre control de las autoridades sanitarias, retomaremos labores presenciales, habrá que crearse una sinergia entre incentivos del Estado dominicano a través de la banca y, por supuesto, motorizar ofertas y facilidades desde constructoras e inmobiliarias, flexibilizando reservas y condiciones de plan de pago.
Luego del paso de COVID-19, el adquirir o alquilar una vivienda seguirá siendo prioridad para una familia, el inversionista necesitará oportunidades adecuadas y rentables, el empresario necesitará instalaciones para desarrollar su proyecto industrial o comercial, el mundo seguirá y así el mercado inmobiliario, en un proceso de reorganización e implementación de cambios, retomará el camino en ascenso en poco tiempo.
Nosotros, como sector inmobiliario organizado, seguimos trabajando en la formalización de nuestro sector con herramientas posibles y un marco legal que nos ampare en la realización de negocios de manera formal, apoyando nuestro trabajo con instituciones del Estado que nos respaldan y reconocen la labor de AEI.
Seguiremos creciendo como sector organizado. Nuestra Delegación Zona Norte, que abarca todo el Cibao, va en franco aumento y la nueva Delegación Zona Este va en crecimiento con la incorporación de subdirectores por zonas y estamos trabajando en la incorporación de la Zona Sur con un gran equipo.
República Dominicana seguirá siendo uno de los mercados con mayor crecimiento inmobiliario; su localización estratégica y cercanía con Estados Unidos y Canadá, dos mercados que han impulsado enormemente la economía, y además desde el extranjero, existe una percepción muy positiva para realizar negocios en República Dominicana, a través de la Ley de Inversión Extranjera, que da igualdad de derechos a extranjeros y dominicanos, por lo que hace fácil y amigable hacer negocios en el país. Definitivamente, se invierte con el mínimo riesgo posible y con una excelente retribución en rentabilidad. Eso se mantendrá al reactivarse el mercado.
Tenemos a destacar que el sector inmobiliario ha evolucionado positivamente. Actualmente está en constante capacitación y reinvención, es un sector donde se destaca un 70% de jóvenes con enfoque en crecer y perfeccionarse. En este momento, con la actual pandemia, no ha variado, el sector ha demandado estos cursos y capacitaciones remota o virtual y nosotros como AEI hemos dado un apoyo total.
Entendemos que el COVID-19 viene a cambiar el funcionamiento de nuestro sector, ahora debemos ser más digitales que nunca, tener a mano los planos de propiedades, vídeos, recorridos virtuales y todo lo que pueda ayudar para la depuración de un inmueble vía digital. Los clientes muy probablemente cambien sus hábitos y optarán por preseleccionar con más atención los inmuebles a visitar.
Estamos convencidos de que una vez este coronavirus no represente una amenaza, el sector inmobiliario retomará su nivel acostumbrado. Muchas personas durante la cuarentena se han dado cuenta que necesitan más espacio o, por el contrario, que requieren algo más compacto y esto va a impactar positivamente. En la actualidad, hay proyectos en construcción muy interesantes que, sin duda, seguirán su nivel de ventas, ya que está más que demostrado que invertir en el sector inmobiliario es el más seguro y rentable instrumento financiero.
