Apuesta por la construcción sostenible

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Una revolución silenciosa está cerca. La construcción sostenible gana terreno a paso firme y los beneficios de subirse a esta ola son varios, pero el más importante es que un edificio verde genera un ahorro de entre 30 y 40 por ciento en los costos de operación total de las empresas.

Esta industria no solo apuesta por el cuidado del medio ambiente, el consumo responsable de energía y la disminución en el calentamiento global, también está pensada para que en pocos años aumente su valor en el mercado, genere empleos verdes, implemente el desarrollo de productos y mejore la calidad de vida de las personas.

No es moda, es evolución, o al menos así lo definen los especialistas, quienes aseguran que esta tendencia se convertirá en un nuevo estilo de vida en no más de cinco años.

Alicia Silva, directora de Revitaliza Consultores, dice que el mercado de la sostenibilidad comenzó a tener un repunte importante desde hace dos años. El éxito ha sido tal que en la actualidad México se encuentra en la lista de los 10 países que más apelan a la certificación Leadership in Energy & Environmental Design (LEED).

“Esto solo quiere decir una cosa: que este sector crece aún sin incentivos ni políticas. Tanto las empresas mexicanas como los desarrolladores están dándose cuenta de que todas las estrategias sostenibles tienen una rentabilidad muy importante”, detalla la también arquitecta.

El mercado se está convenciendo solo, a pesar de que los altos costos siempre han sido uno de los mayores obstáculos para el crecimiento de esta industria.

40 por ciento de ahorro en costos de operación generan los edificios sostenibles

La incorporación de elementos de diseño sostenible en un edificio depende de muchos factores, por lo que no se puede dar una estimación aproximada del valor, se necesita estudiar cada caso y proyecto en particular y tomar en cuenta que los parámetros más importantes dentro de una iniciativa como esta se relacionan al emplazamiento, consumo de energía, agua y materiales.

México cuenta con 370 edificaciones con certificación LEED y más de 8.41 millones de metros cuadrados brutos de espacio certificado, entre las construcciones sostenibles más emblemáticas se encuentran la Torre BBVA; la Biblioteca José Vasconcelos; el Centro Centrex L´Oréal; Torre HSBC; EcoLogistics 1 de Hines; Edificio Dos Patios; El Dorito; Capital Natural Offices; Torre KOI y Torre Diana.

EL RETO PARA LA CONSTRUCCIÓN VERDE

Las compañías que aún no han migrado hacia esta tendencia, son cada vez más conscientes de la responsabilidad que tienen para con el medio ambiente y sus colaboradores.

Conocen que sus inmobiliarias generan 17 por ciento del consumo de la energía del país, así como 5 por ciento del total de agua; un 25 por ciento en gasto de electricidad, además generan 20 por ciento de las emisiones de CO2, y 20 por ciento de los desechos.

El creciente interés en la construcción ecológica provocará que para 2020 el tamaño del mercado mundial de materiales de construcción verde alcance los 364 mil 600 millones de dólares, de acuerdo con un informe de Grand View Research.

364 mil mdd podría alcanzar la venta de materiales verdes para 2020

Los materiales que más se consumen para este tipo de proyectos son las pinturas libres de plomo, polipropileno, polibutileno, polietileno, paneles OSB, panel aislante de fibras de madera, fibra de celulosa de papel reciclado, madera, pétreos, aislantes, entre otros.

La sostenibilidad está rompiendo barreras, pues no solo está generando ganancias en el tema de los edificios, sino que también está tocando a las oficinas, hoteles, escuelas y casas.

No obstante, está abarcando otros sectores, como la medicina, la alimentación, la forma de transportarse e incluso la forma de pensar, y eso trae como consecuencia un impacto a nivel social, cultural y económico en el país.

La mejora en la calidad del aire y el agua, la reducción de los residuos sólidos, la disminución en los costos de financiamiento, el incremento del valor activo, la mejora en la productividad y satisfacción de los empleados, así como la optimización de la eficiencia del ciclo de vida económico, son algunos de los beneficios de este movimiento.

Alicia Silva explica que la idea de que un edificio sustentable es más caro que uno normal es una idea vieja que se ha ido desvaneciendo desde hace tres años e insiste en que las necesidades actuales no son las mismas a las que había hace 10 años, por lo que mientras más pasa el tiempo los costos disminuyen conforme a la demanda en el mercado.

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